Limpia las cáscaras de los mejillones y enjuágalos con agua.
Pela el ajo y córtalo por la mitad.
EN LA BARBACOA:
Prepara la barbacoa para cocción directa, aprox. a 260°C. En caso de utilizar una barbacoa de carbón, deberás usar el número de briquetas que quepa en medio encendedor de chimenea.
Coloca la sartén en la barbacoa y añade los mejillones.
Añade un puñado de virutas de manzano a las briquetas o directamente sobre la barbacoa para darle a los mejillones un toque ahumado.
Cuando los mejillones empiecen a abrirse, retíralos de la barbacoa y deja que se enfríen.
Una vez abiertos y fríos, extrae los moluscos de su cáscara y ponlos en un bol. No tires el líquido que hayan soltado al abrirse.
Coloca en una olla el ajo, el aceite de oliva y la hoja de laurel y ponlos a fuego fuerte. Cuando el ajo esté dorado, retira la olla del fuego y añade la cucharada de pimentón ahumado y remuévelo rápidamente para que no se queme. Añade el vinagre y el líquido que has reservado anteriormente. Remueve todos los ingredientes hasta mezclar todos los sabores.
Cubre los mejillones con la mezcla. Es importante que queden bien cubiertos para que se conserven bien y adquieran el sabor adecuado.
Una vez estén a temperatura ambiente, mételos en la nevera 24 horas.