En una cacerola pequeña, mezcla el zumo de manzana, el chalote y el pimiento. Deja los ingredientes a hervir entre 15 y 20 minutos y manténlos a temperatura moderada alta hasta que quede aproximadamente una taza de líquido.
Añade el resto de los ingredientes del adobo en la cacerola, déjalos hervir y retíralos del fuego. La salsa puede hacerse antes y dejarla en la nevera hasta que vaya a utilizarse.
Introduce la punta de un termómetro para carne, bajo la membrana que recubre la parte posterior de cada pieza del costillar. Levanta y tira de la membrana hasta que se rompa. Seguidamente, coge una esquina con papel de cocina para quitarla.
Deja reposar las costillas a temperatura ambiente entre 20 y 30 minutos antes de ponerlas en la barbacoa.
EN LA BARBACOA:
Salpimienta las costillas antes de colocarlas en la barbacoa.
Ponlas en la barbacoa, con la costilla hacia abajo a temperatura moderada indirecta (de 180ºC a 230ºC), con la tapa cerrada todo lo posible.
Deja el cordero en la barbacoa hasta que la carne esté muy tierna y se hayan despegado los bordes de los huesos, entre 1½ y 2 horas.
Rocía las costillas con el adobo regularmente mientras están en la barbacoa. Y ya estarán listas para servir.