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Verduras de temporada: primavera
PUERROS
… Son una hortaliza extremadamente versátil, que rinde igual de bien en una sopa o en la parrilla. Su temporada abarca los meses más fríos del año hasta el comienzo de la primavera, por lo que resultan perfectos para esa primera gran barbacoa del año. Además, están repletos de nutrientes, por lo que son idóneos para prevenir los catarros primaverales. “Coloca unos puerros grandes directamente sobre las brasas hasta que la piel se carbonice uniformemente”, aconseja Johnson. “Sácalos, ponlos en una bandeja y
deja que el calor residual termine de cocinarlos al vapor por dentro. Retira las capas exteriores carbonizadas y te quedará un delicioso puerro al vapor, tierno y de un color vivo. Acompañados de una salsa a base de mostaza de Dijon resultan exquisitos”. Las barbacoas Weber Master-Touch Premium y Summit Charcoal son perfectas para esto gracias al amplio espacio para el carbón, que permite tostar bien los alimentos.
ZANAHORIAS
… Deliciosas tanto crudas como cocidas, son todavía más sabrosas cuando se hacen en la parrilla. “La parrilla aporta a las verduras un sabor y una textura que no se pueden replicar en la cocina de casa”, explica Johnson, que imparte sus cursos us
ando barbacoas Weber. “Además, el calor intenso y seco de la barbacoa, por lo general, permite cocinarlas mucho más rápido, lo que contribuye a preservar su sabor”. Las zanahorias, que son una buena fuente de energía, alcanzan su mejor momento en primavera. Se cree que sus antioxidantes contribuyen a las habilidades cognitivas. Alíñalas con aceite de oliva, comino, pimentón y sal antes de ponerlas en la barbacoa o en una cesta para asar Weber. Una vez cocinadas, rocíalas con un chorrito de lima y una cucharada de crema agria: un poco de especias y frescor para contrarrestar sus azúcares naturales.
ESPÁRRAGOS
… Sus tallos, perfectamente alineados formando hileras verdes o blancas en los puestos de los mercados de proximidad, son la tarjeta de visita durante las últimas semanas de la primavera. Correctamente cocinadas, estas fibrosas hortalizas se tornan crujientes y suaves, con ese sabor tan característico y atractivo. Aliñados tan solo con un poco de aceite de oliva y un toque de sal, los espárragos son el acompañamiento perfecto para un salmón asado o un pollo a las hierbas. Como explica Johnson: “Un sutil equilibrio entre los distintos condimentos es lo que puede convertir un simple plato de verduras a la parrilla en algo delicioso y sorprendente”.
