Tienes todo el día por delante, una amplia selección de carne fresca y las ganas irrefrenables de disfrutar de algo a la barbacoa. Los amigos y la familia se encargarán de las ensaladas, cortarán el melón y servirán las bebidas. Tú no tienes más que preparar un plato principal jugoso y lleno de sabor. Aunque parezca mucho trabajo, lo cierto es que, probablemente, te haya tocado la tarea más fácil del día, siempre y cuando respetes una sencilla regla: mantén la tapa cerrada. Tanto si cocinas con gas como con carbón o electricidad, mantener la tapa de tu barbacoa cerrada es la clave para lograr una carne tan tierna y sabrosa que se desprenda del hueso.
No importa si la preparas a temperatura alta, media o baja, o aplicando el método de cocción directa o indirecta, una tapa cerrada es la clave del éxito. Al hacerlo, mantienes estable la temperatura en el interior de la barbacoa, con lo que logras que los alimentos se cocinen de manera uniforme y conserven su humedad por más tiempo.
No importa si la preparas a temperatura alta, media o baja, o aplicando el método de cocción directa o indirecta, una tapa cerrada es la clave del éxito. Al hacerlo, mantienes estable la temperatura en el interior de la barbacoa, con lo que logras que los alimentos se cocinen de manera uniforme y conserven su humedad por más tiempo. El calor asciende desde la parte inferior de la barbacoa hasta su parte superior, y la tapa lo refleja después hacia los alimentos. Este calor cocina y da sabor a tu comida por arriba y por abajo. Una idea genial, ¿verdad?
Encuenta la mejor combinación para tu comida ahumada
Al mantener la tapa cerrada, también se conserva el humo, que aporta a las costillas, a las chuletas y al pecho un aroma a barbacoa especialmente intenso. Las astillas para cerdo de Weber están específicamente diseñadas para esos cortes grandes y sabrosos de este animal, y combinan maderas duras y frutales para crear un sabor de barbacoa rico e intenso. Son perfectas para hacer de tu plato en la estrella del día. Antes de cerrar la tapa, dejándola así durante varias horas mientras te ocupas de los entrantes, no olvides disponer de forma correcta la carne dentro de la barbacoa.
¡Procura no apelotonarla como si se tratara de sardinas en lata! Cada uno de los cortes necesita alrededor el espacio suficiente para cocinarse y ahumarse uniformemente. Sin embargo, eso no quiere decir que tengas que cocinar menos piezas de carne al mismo tiempo. Basta con preparar varios soportes para cocinar con la suficiente antelación. Gracias a accesorios tales como el soporte para costillas Weber, tu carne se hará de manera más uniforme y podrás preparar más piezas al mismo tiempo sin juntarlas demasiado en la barbacoa. De este modo, todos podréis comer al mismo tiempo sin tener que hacer turnos.
Una vez que hayas marinado el cerdo, establecido una temperatura baja y uniforme dentro de la barbacoa y dispuesto ordenadamente tus cortes, será el momento de cerrar la tapa y relajarte. Ponte cómodo y regocíjate con la idea de abrir la tapa al final y sacar un plato con unas costillas espectaculares y extraordinariamente jugosas para toda la familia.