Médico de profesión, amante de la parrilla y el humo.
Mi amor por la cocina comienza desde pequeño, los domingos prendiendo el asador para mi papá mientras veía el partido de futbol.
Siempre fui el amigo del grupo que se pegaba al asador y hacia la carne en las fiestas, mi vida siempre se vio envuelta en lugares donde la comida se preparaba con fuego. Este gusto me llevo a competir en distintas competencias, logrando obtener el más alto puntaje dos años consecutivos en la competencia más grande de México, el Grillmaster.
Posterior a esto la invitación a presentar platillos en restaurantes de la ciudad de Monterrey como Cien28, Reina, La Fonda San Francisco del Chef Herrera, entre otros. Creciendo en la frontera de Tamaulipas y Texas tuve la oportunidad de experimentar lo que es el ahumado del centro de Texas, a los asados de puerco sobre leña en los ranchos del Norte de Tamaulipas. De ahí nace el amor por el humo.
Mucho del conocimiento que he obtenido viene de la práctica de técnicas nuevas las cuales he aprendido a través de libros y videos de internet. La escuela de medicina me enseñó la parte teórica de tejidos musculares, pero la transformación de la colágena y la proteína que se percibe después de ahumar un brisket por 12 horas es algo que me enamoró. Algunos dicen que el umami es el quinto sabor, aparte de salado, dulce, acido, y amargo. Yo considero que el humo es el sexto. Desde los asadores norteños con leña de mesquite hasta la cultura de BBQ que existe en Texas, siempre he vivido en una parte donde mi comida ha estado envuelta en humo.