En un procesador de alimentos, mezclar 120 ml de aceite con la cebolla, el ajo, las anchoas, el perejil, el romero, 1 cucharadita de sal y 1 cucharadita de pimienta. Procesar hasta que la cebolla esté bien picada. Verter en un bol grande, añadir el vino y batir bien.
TIPS PARA EL ASADO
Picando romero
Colocar los pollos en una tabla para cortar con el lado de las pechugas hacia abajo. Usando unas tijeras para pollo, cortar a lo largo de la columna vertebral por ambos lados y desecharla. Abrir los pollos como si fueran un libro. Dividirlos en dos cortando a lo largo de uno de los lados del esternón. Cortar y desechar las puntas de las alas. Colocar las mitades en dos bolsas grandes, resellables de plástico. Repartir equitativamente el marinado entre ambas bolsas. Expulsar el aire presionando las bolsas y cerrarlas bien. Dar la vuelta a las bolsas para distribuir el marinado, colocarlas en un bol grande y refrigerar durante 24 horas, dándoles la vuelta de vez en cuando (la carne y la piel adoptarán un tono rojizo en algunas zonas por el vino).
Preparar la parrilla para cocción indirecta con calor medio (180-230 °C).
Sacar las mitades de pollo de las bolsas y desechar el marinado. Secar el pollo con servilletas de papel, pintar toda la superficie con aceite y sazonar con ½ cucharadita de sal y ¼ de cucharadita de pimienta.
Cepillar las rejillas de la parrilla hasta que queden limpias. Asar el pollo con el lado de la piel hacia arriba, con calor medio indirecto y manteniendo la tapa cerrada durante 40-50 minutos. Para lograr una piel más crujiente, darle la vuelta y mover a calor directo durante los últimos 5-10 minutos (cuidado con las llamaradas). Retirar de la parrilla y dejarlo reposar unos 5 minutos antes de cortarlo para servirlo. Servir caliente.